Fase cero
Inicialmente el proyecto sólo es una idea, una idea que está formada en la mente del emprendedor. Es el año cero, por tanto, aún no hay ventas y los costos en los que ya se han ido incurriendo no se pueden recuperar (costos hundidos), costos como: estudios de mercados, diseño de marca, desarrollo del producto, horas hombre de trabajo en la elaboración del proyecto, etc. Si el emprendedor tiene fe en sí mismo y está determinado a llevar a cabo su proyecto, logrará convencer a familiares o amigos más cercanos a que puedan invertir en su proyecto, tal vez en su camino aparte de su familia, encuentre algún ingenuo o amigo que invierta en su proyecto, con el fin de ser parte de esa aventura… digo ingenuo porque en esas etapas las empresas son más una idea llena de ilusión y pasión, que un negocio con estructura. En estas etapas es evidente que los riesgos de inversión son muy elevados. Se debe tener mucho cuidado con los inversionistas y socios que se elige en esta etapa, muchas veces, ellos y sus formas de pensamiento, pueden llevar a la banca rota al proyecto.
Ahora bien, los inversionistas que deciden invertir en etapas tempranas de un emprendimiento están conscientes que su capital corre mucho riesgo a cambio de altos índices de rentabilidad por su puesto. Invertir en esta fase de un proyecto con lleva por naturaleza un riesgo asociado muy elevado que se recompensará por mucho… si el emprendimiento tiene éxito.
Fase uno
Ya cuando el proyecto tiene forma, las ventas están empezando a caminar y el producto mínimo viable ha sido comprobado por el mercado y la empresa esta formalmente creada, entones entran en el juego los inversionistas ángel.
Estos individuos son inversionistas profesionales, también son emprendedores que ya han tenido éxito en sus negocios y son en gran medida capaces de predecir el éxito o fracaso de un proyecto; ellos están conscientes del riesgo que conlleva invertir en un proyecto en etapas tempranas, sin embargo, también saben que el éxito del emprendimiento, hará que sus inversiones tengan excelentes rendimientos. Ellos normalmente se convierten en accionistas y aportan con su experiencia y sabiduría para el éxito del negocio.
Fase dos
En esta fase, cuando ya la empresa arranco y el producto mínimo viable ha sido probado y aceptado por los clientes que ya lo conocen, es un poco más fácil conseguir inversionistas interesados en el proyecto.
Existen empresas de capital de riesgo o Venture capital (por sus siglas en ingles), que se especializan en financiamiento a Start-ups en fase de crecimiento con elevado potencial y riesgo. Estas inversiones toman parte estructural de los activos de la empresa para luego vender las acciones a otros fondos de inversión,
inversionistas independientes o la reventa de acciones por parte de la empresa.
El objetivo principal es que la empresa tenga un crecimiento más acelerado y consolidar su liderazgo en su segmento, una vez cumple ese objetivo la empresa devuelve el capital o recomprar las acciones. Los fondos de riesgo buscan formar parte del capital de empresas que estén dentro de un sector dinámico de la economía, esto con el fin de garantizar un crecimiento mayor al promedio de otros emprendimientos y generar mejores rendimientos sobre la inversión ROI.
Fase tres
Ahora las cosas son diferentes, la empresa está consolidada y su crecimiento es una realidad. A los inversionistas que entran en esta fase se le da mayor seguridad y un retorno estable a cambio de sus inversiones, esto decido a que la empresa ya es solvente. Las personas o instituciones invierten en esta fase, lo hacen con la intención de obtener un rendimiento a futuro sobre sus inversiones tomando en cuenta un riesgo mejor controlado que en fases anteriores. En esta etapa de la vida de una empresa, ya cuenta con un producto consolidado, la empresa tiene sus procesos mejor definidos, por tanto, su crecimiento y valoración de sus acciones es muy fácil de predecir.
Además, está claro y comprobado que el creador del emprendimiento es capaz de llevar a cabo con éxito su proyecto, es confiable y tiene experiencia en lo que hace.