
Inversiones en renta fija
Además de la tradicional cuenta de ahorro, existen otras inversiones en renta fija. La principal característica, como su nombre lo indica, es que, en esta modalidad, puedes estimar cuál será tu rentabilidad. Generalmente, no ofrecen riesgos, pero en contrapartida tienen bajo rendimiento.
Antes de invertir en renta fija, es necesario que consideres tu meta financiera para saber por cuánto tiempo mantendrás tu inversión y así saber si estás dispuesta a esperar un tiempo para obtener ganancias.
Algunos fondos de renta fija cuentan con una diversificación que regularmente ayuda a diluir las bajas del mercado o del propio certificado, por lo que se evitan o minimizan las pérdidas. Es importante tomar en cuenta que en cualquier inversión siempre hay un riesgo, pero puede ser controlable si conoce el instrumento en el que estará invirtiendo.
Los instrumentos de renta fija más conocidos y utilizados por empresarios son las letras hipotecarias, los bonos de empresas, papeles del Banco Central y bonos bancarios.
¡Recuerda!
Antes de invertir tu dinero, busca información sobre la modalidad de inversión, ponderando costos, riesgos, rentabilidad y otras características. Lo más importante: respeta tu perfil como inversor, tus necesidades y tu momento.
Después de iniciar tu planificación financiera, con objetivos más claros y proyecciones al futuro, es natural que busques mayores ganancias a través de las diversas opciones de inversiones.
Los fondos de renta variable implican un riesgo un poco mayor que los de renta fija o deuda; sin embargo, pueden también generar mayores ganancias a largo plazo. En la renta variable, a diferencia de la renta fija, no se conocen los flujos de caja que vamos a recibir por parte de la empresa, incluso puede que la rentabilidad sea negativa y que pierdas dinero con la inversión. Esto es debido a que la rentabilidad depende de diversos factores como la evolución de la empresa, la situación económica, el comportamiento de los mercados financieros, entre otros. Por eso decimos que la rentabilidad que ofrecen es variable. De ahí su nombre.
Un ejemplo de renta variable son las acciones, en las que los dividendos que se entregan a los accionistas varían según el comportamiento del negocio.
Es importante recordar que antes de hacer cualquier inversión, debes considerar cinco variables:
- El riesgo que estás dispuesto a correr
- El tiempo que mantendrás invertido el dinero
- El volumen de tus recursos
- Cuánto tiempo dispones para seguir el mercado
- Cuál es tu postura frente a potenciales las pérdida
Las acciones son títulos representativos del capital social de una sociedad anónima. Su valor puede aumentar o disminuir a partir de factores económicos tanto de la empresa, como del país en general. Quien compra una acción se vuelve propietario de una parte de esa empresa y adquiere derechos sobre ella.
Cuando una empresa decide entrar al mercado de valores, emite nuevas acciones y las ofrece al público inversionista. El proceso consiste en presentar un plan de negocios, los estados financieros auditados de la compañía y el uso que le dará a los recursos que obtenga por esas nuevas acciones. Una vez la oferta ha sido realizada, sus acciones empiezan a cotizarse en el mercado. A través de él, los inversionistas pueden intercambiar acciones a corto y largo plazo.
Invertir en una acción no es una tarea fácil y por eso se deben tener en cuenta diferentes tipos de análisis: macroeconómicos (top-down), microeconómicos (bottom-up) y técnicos. En el macroeconómico se analiza el crecimiento de la economía, tasas de interés, decisiones de política monetaria y fiscal, entre otros. En el microeconómico se estudia la compañía, sus balances, el estado de resultados, su crecimiento, entre otros. En el análisis técnico se hace un análisis de gráficas.
Algunos tipos de acciones que pueden ser emitidas son los siguientes:
- Ordinaria:
Dan derecho a votar tanto en asambleas ordinarias como extraordinarias además de dar el derecho a recibir ganancias que tenga la sociedad. En dichas acciones no se concede ningún privilegio o preferencia a las partes y no cuentan con fecha de vencimiento estipulada. - Preferentes o de voto limitado:
En éstas, los accionistas únicamente tienen derecho a votar en algunas circunstancias, pero se les otorga preferencia en el pago de dividendos. - De goce:
Son acciones no representativas del capital social, pero establecen algún tipo de beneficios sobre las ganancias o utilidades. - Privilegiadas:
Son aquellas con preferencia o ventaja en cuanto al reparto de utilidades o algún otro beneficio.
La decisión de invertir en acciones o fondos dependerá de tus necesidades y del riesgo que decidas tomar. Te recomendamos que analices muy bien las dos opciones y si tienes dudas, consultes con especialistas o asesores financieros.